El factor principal que determinará nuestra frecuencia vibratoria es el sentimiento.
Nuestros pensamientos son una especie de modulador de frecuencia de energía, pero es a través de nuestros sentimientos que crearemos las energías buenas o malas.
El proceso es así: cuando pensamos algo bueno, feliz y alegre, entramos en un estado agradable y pronto comienzan a surgir los buenos recuerdos que generarán sentimientos positivos. A partir de ahí, comenzamos a vibrar a esa frecuencia y, según la ley de la atracción, comenzamos a traer buenos resultados a nuestra vida.
Las personas que están en cierta frecuencia están conectadas por la misma energía vibratoria y cada persona conectada a esta energía se convierte en un enlace en esa cadena.
Mientras más personas estén conectadas a la misma energía, mayor y más fuerte será la corriente, ya sea buena o mala.
Por lo tanto, es importante seleccionar nuestros pensamientos y cultivar buenos sentimientos, para no estar en sintonía con las corrientes negativas.
Recuerda: vibrar negativamente puede convertirte en el objetivo del mal que de alguna manera también existe en tu "corazón".
Todo lo que alimentamos crecerá. Si alimentamos lo negativo, crecerá, pero si queremos lo bueno, construir un mundo mejor y vivir con seres queridos, debemos alimentar lo positivo.
Aprendamos algunas formas de elevar nuestro patrón vibratorio:
La música
Sabemos que la música es de fundamental importancia para los seres humanos. Motiva expresiones de alegría, estimula la creatividad, alivia el dolor, inspira nuevas formas, armoniza el ser.
Los sentimientos, las sensaciones, los recuerdos se despiertan con los estímulos sonoros, causando reacciones importantes en el individuo ...
La música tiene una relación cercana con la espiritualidad porque es capaz de tocar la profundidad del ser de cada individuo, movilizando los sentimientos y emociones más diversos, permitiendo su expresión; Es el arte que toca las verdades del hombre más profundamente, sus contenidos subjetivos.
Por lo tanto, podemos encontrar objetivamente los efectos de la música en los grupos religiosos más diversos que cultivan una espiritualidad. Todas las religiones tienen una relación íntima con la música y la usan como elemento esencial para establecer la conexión entre lo humano y lo divino.
Gratitud
La gratitud es, sin duda, uno de los sentimientos más puros y nobles que existen. Las personas agradecidas son mucho más felices, ya que saben cómo valorar todo lo que tienen.
Según el diccionario, la palabra gratitud significa calidad de quienes están agradecidos, reconocimiento, sentimiento de recuerdo y agradecimiento por un acto bien recibido, de reconocer a alguien por una acción o beneficio logrado.
Es, por lo tanto, la capacidad de agradecer y reconocer un gesto de amabilidad, una actitud de afecto, una mano amiga, un cumplido, asistencia, un regalo, una amabilidad o simplemente todo lo bueno que la vida ofrece a diario.
Caridad
Hacer el bien trae beneficios para el cuerpo y el alma, nos enriquece como seres humanos y nos hace inmensos para Jesús.
Todo lo que está vivo intercambia energía entre sí, y al brindar ayuda, en realidad estamos dando compasión y amor al universo, por lo que recibiremos lo mismo a cambio durante la vida.
Si ya ayudó a alguien, participó en un proyecto social o cuidó a un animal durante su vida con sinceridad y buena voluntad, seguramente ya tuvo la sensación de paz interior que causa este acto.
El Universo está conectado energéticamente, es como si tuviéramos cordones umbilicales que transportan energía todo el tiempo entre todo lo que está vivo.
Al donar, hacer alguna acción voluntaria, finalmente ayudar a los demás, no hacemos nada más que abrir las puertas de nuestro espíritu para recibir gratitud y buen rollo a cambio.
Un abrazo fraternal Astrid
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